domingo, 3 de marzo de 2013

Natividad


Para Altea
Había comenzado a llover, al principio solo era unas gotas que empezaron a mojar la acera. Más tarde el agua corría libre por el piso brillante a la luz de los neones.
El auto llego acompañado de chirriantes sonidos de neumáticos en el asfalto. Las luces como oasis en la noche, mostraban la entrada al portal.
Horas más tarde el grito rasgado sonó en la madrugada de una nueva vida.

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