jueves, 28 de febrero de 2013

La poza



            El agua cristalina se filtraba entre las rocas de la montaña y el tiempo había creado una pequeña poza en la cual, a su alrededor crecía la vida. Hasta ella un buen día, en las que las lluvias desbordaron el rió, llego un pez. Allí, una vez que las aguas volvieron a su cauce, ese pequeño pez se quedó atrapado en ella. La salida natural del agua hasta el rió era a través de las piedras que la filtraban creando pequeños regueros, por lo cual le fue imposible escapar. El tiempo pasó y pasó y aquel alevín se convirtió en un pez mayor que en aquella su casa y prisión, llego por conocer la pena de la soledad. No le faltaba el alimento, siempre tenía larvas con las que saciar su voraz apetito. Pero siempre suplicaba un compañero con el que pasar las interminables horas de soledad. Llegó la estación de las lluvias y con ellas de nuevo, el desbordamiento del río. La fortuna quiso que otro pequeño pez fuera arrastrado hacia la poza, como a él mismo le sucediera años atrás. Al verlo caer, nadó veloz hacia aquel pequeño pez y de un solo bocado se lo trago.
            Las lluvias cesaron y la calma volvió a la poza. Aquel pez seguía sintiéndose solo y su único consuelo era repetirse una y otra vez que fue su instinto. Él era así y no podía cambiar.

miércoles, 27 de febrero de 2013

Laberinto



            Se adentró en el laberinto, aun sabiendo que no podría regresar. Siempre le había echado la culpa a la vida o a lo mejor, la culpa de tener esa vida era suya. Tenemos miedos a romper los lazos con la familia, con los amigos, con las directrices marcadas, con el que dirán, con lo preestablecido: estudios, trabajo, casa-hipoteca, pareja e hijos. Se introdujo con paso lento, en los intrincados pasillos y se detuvo. Miró hacia tras y cortó el hilo que le unía con el inicio. Continuó su camino dejando en cada paso parte del peso de su pasado. Los pasillos fueron agrandándose y permitiendo que la luz de un nuevo día iluminara su futuro.  

martes, 26 de febrero de 2013

El baluarte



            Las demás plazas habían caído, ellos eran los únicos que resistían a las fuerzas invasoras. Aquel baluarte se había construido con los últimos adelantos venidos de Francia y había puesto al frente a un hombre curtido en la batalla y estratega consumado. Llevaban cincuenta y cuatro días de un férreo asedio, pero tanto los víveres como la munición estaban bien racionados que podrían aguantar mucho más. Todas las noches un pelotón se adentraba por un pasadizo, cruzando todo el baluarte y saliendo a varios kilómetros de distancia donde se aprovisionaban de los pocos víveres que encontraban en los campos abandonados de cultivo. Nabos, algarrobas y bellotas eran los trofeos que llevaban de vuelta.    Los turnos de trabajo y de descanso se cumplían a la perfección. El baluarte era como una maquina engrasada, todo el mundo estaba en su puesto a la hora fijada. Desde el exterior todos los intentos de conquistar el baluarte son infructuosos. Ochenta y siete días de asedio la conquista del baluarte no ha venido por acción de las armas sino por la rendición incondicional del alto mando a cientos de kilómetros de allí. Al día siguiente un emisario llega al baluarte con las órdenes de abandonar sin luchar la última plaza que quedaba aun sin control enemigo. El capitán arenga a sus tropas para abandonar el baluarte con la cabeza alta. La última puerta se abre y por ella, en formación, salen las tropas que son recibidos con honores por las mismas tropas que han asediado durante ochenta y ocho días sin poder derribar el baluarte.

lunes, 25 de febrero de 2013

El iluminado




            Aquel era un pueblo pequeño, encaramado el las alturas de una cordillera. Las gentes del lugar subsistían de lo que daba la tierra y del pastoreo de rebaños de cabras.
Uno de los pastores más jóvenes, era un chico que tras quedar huérfano, lo había cuidado su abuelo. Un ermitaño que poco contacto tenía con los demás habitantes del pueblo.
Un día vísperas de las fiestas del pueblo, el joven pastor al que tenían por tonto, o como otros les gustaba decir, “poco espabilado” llegó a la plaza donde todos estaban reunidos con los preparativos de los festejos y comenzó a gritar.
            ─¡Rápido! ¡Tenemos que huir! ¡Algo terrible va a suceder mientras sacamos en procesión a la Santa!
            Al principio las caras de incredulidad se vieron en las personas que estaban congregadas en la plaza, pero el silencio fue roto por una risa y contestada al unísono por carcajadas. Al joven pastor no le quisieron hacer caso y tuvo que marcharse tras las burlas y mofas de los que había allí congregados.
            A la mañana siguiente el joven pastor se levanto temprano como tenía acostumbrado, recogió las pocas pertenencias que tenia, las cargó en un carromato y ayudó a su abuelo a subir. Iniciaron la marcha y al pasar por la iglesia los feligreses que estaban allí reunidos terminando los últimos preparativos del paso, los miraron como si ambos estuviesen locos. El abuelo del pastor dijo en voz alta y mirando al frente.
            ─Después no digáis que el chaval no os avisó.
            Todos se quedaron en silencio acompañando con la mirada, el caminar tranquilo del carromato que desapareció tras las últimas casa del pueblo.
            Llegó la hora de la procesión. Cuando la Santa estuvo en la calle, algunos bromearon sobre la profecía del joven pastor y otros rieron las gracias. La Santa había procesionado todo el pueblo sin ningún tipo de incidente. Ya nadie se acordaba del joven pastor ni de su abuelo. Ya habían recorrido medio día de camino sin detenerse siquiera a comer o a dale descanso a las mulas. Estaba el sol poniéndose por el horizonte cuando una enorme bola de fuego cruzo el firmamento dejando una estela visible. Las mulas se asustaron y a punto estuvieron de caer al suelo el joven pastor y su abuelo.
            En el pueblo estaban “encerrando” a la Santa, haciendo coincidir con la puesta de sol, cuando de repente se hizo de día. Nadie pudo advertir la tragedia, el impacto fue tan  rápido y brutal que el pueblo desapareció totalmente. La explosión se escucho en varias decenas de kilómetros a la redonda.
            El joven pastor al ver como toda la ladera de la montaña ardía dijo a su abuelo:
            ─Espero que la próxima vez me hagan más caso. 

domingo, 24 de febrero de 2013

Los fantasmas del Vaticano



Se enfrentó con el Papa de Roma, le llevo la contraria y mantuvo su actitud, no quiso abdicar en su postura.  Días más tarde fue invitado por el propio Papa a una comida privada para discutir el asunto que ya estaba en la calle y era la comidilla del todo el populacho. La comida fue distendida, el Papa se mostraba conciliador y el pensó en que el Sumo pontífice de Roma iba a dar por buenas sus alegaciones. A media comida se sintió indispuesto y antes de terminar el segundo plato se desplomó al suelo. El Papa aviso a la guardia suiza y de malas formas lo arrastraron por el suelo hasta una pequeña sala. Allí esperaban maestros de obra que una vez introducido el cuerpo y a la orden del Papa, tapiaron la entrada con grandes bloques de piedra.
            Dos noches más tarde, cuando el sucesor de Pedro descansaba en sus aposentos, una figura siniestra se acerco a su cama y despertó al sumo pontífice con sus quejas. Los gritos de terror avisaron a la Guardia Suiza. Al entrar lo encontraron solo y muy asustado. Noche tras noche las visiones continuaron y el Papa perdió la paciencia. Ordeno derribar la entrada a aquella cripta. Dentro no encontraron nada, la sala se encontraba vacía. El propio Papa entró para inspeccionar la sala y armó en cólera al no encontrar una explicación.
            Aquella misma noche, se acostó acompañado de un afilado puñal. Al aparecer de nuevo el espectro, se abalanzo hacia él y lo apuñalo repetidas veces. El gritó de terror se escucho en todo el Vaticano, la guardia Suiza entró en los santos aposentos y encontraron al Papa empapado en sudor y agazapado en un rincón como un niño asustado.
            La misma noche que aquel libre pensador había muerto, sus seguidores sobornaron al maestro de obra para recuperar el cuerpo de su maestro y fue enterrado en secreto en un bosque cercano.
            Cuentan las lenguas del Vaticano que todas las noches ven a un espectro vagando del comedor Pontificial a los aposentos, hasta el día que el Papa murió, según cuenta por no poder aguantar una noche más sin dormir.

sábado, 23 de febrero de 2013

Desafío



Del grupo, él era el maestro, el brujo capaz de conseguir que fuera la mejor. Nos reuníamos y cada cual aportaba lo que había podido conseguir la noche de antes y él, como solamente era capaz de hacer, le daba forma. Entre los cuatro muros vigilados férreamente, era nuestra única escapatoria posible. Primero, con aquellas manos que solo da la experiencia, hacia una bola de papel con los viejos periódicos que habíamos reunido entre todos, después iba agregando capas y capas de bolsas de plástico, apretando y apretando, para sacar todo el aire posible. Ataba las asas de tal forma para que los nudos casi no se notasen y al final, si se había podido conseguir cinta de precinto, se unía apretando todo lo que nuestra fuerza de chicos de doce años nos permitía. Aquella pelota casera era capar de rebotar lo suficiente para saltarse la prohibición de aquellas monjas, que no podíamos entender que no nos permitieran balones de verdad para jugar al fútbol. A veces la incredulidad o maldad de aquellas siervas de Dios, nos pinchaban, siguiendo ordenes superiores, nuestras pelotas para certificar que sólo eran viejas bolsas, de tiendas de barrio. Después de pasar la dura prueba, volvían a botar en este, nuestro desafío.

viernes, 22 de febrero de 2013

Creación

Creación




Aquel frío bloque de mármol, fue transportado al taller del maestro. Donde todos habían visto una pesada piedra, él vislumbró un David.

jueves, 21 de febrero de 2013

Estudio




            No sabían donde se encontraban, llevaban tres días caminando sin saber muy bien donde ir. Subieron a una pequeña colina para divisar mejor aquella tierra. Desde allí pudieron observar una gran llanura parecida a la sábana pero sin ningún animal. A lo lejos, si pudieron observar otro grupo que como ellos, se desplazaban sin ninguna dirección aparente. Giraron y se dirigieron también a la colina. Al verlos acercarse se escondieron por miedo a que fueran hostiles. Tras  obsérvalos durante un rato, decidieron salir y comunicarse con ellos. Al principio  el otro grupo se mostró a la defensiva con miedo, pero poco a poco, se fueron relajando. Intentaron comunicarse pero eran de nacionalidades diferentes, al final pudieron entenderse en una tercera lengua que ambos conocían.  Aunaron esfuerzos y continuaron el camino. Encontraron un árbol con unos frutos parecidos al mango que al probarlos descubrieron un sabor agradable y dulce. Acamparon bajo el árbol, buscaron leña y descansaron al calor de la hoguera. Se preguntaron donde estaban y como habían llegado hasta allí, ninguno recordaba nada anterior a los últimos días. Solo recordaban, como en un sueño estar en su dormitorio o conduciendo y una luz que lo ilumino todo. Mientras conversaban la luna iluminaba la sábana y observaron que no había animales. En los días que  llevaban allí ni siquiera habían visto pájaros.
De repente en el horizonte vieron algo que les dejo paralizados, no eran capaces de entender donde podían estar. En aquel horizonte iluminado, una segunda luna había comenzado a aparecer.

miércoles, 20 de febrero de 2013

El idiostizado



           

            El idiostizado, pertenece a la amplia familia de los idiotas, pero lo podríamos calificar como uno de los más peligrosos. Este tipo de idiota suele llegar a lo más alto que un idiota puede llegar, no por méritos propios, sino por la ayuda inestimable de un familiar, o sea por un enchufe o simplemente por ser el hijito o hijita de papá o de mamá. En general suelen ser idiotas retraídos, encerrados en su mundo, en sus aficiones o trabajo y que en raras ocasiones son capaces de tener relaciones personales  con otros congéneres. Por lo que buscan amistades compradas, sobre todo en el ámbito laboral donde con frecuencia buscan la falsa amistad de otros idiotas que trabajan a sus órdenes dejándose seducir recíprocamente con cantos de sirena.

            El idiostizado, es simplemente un idiota que tras auparlo a un puesto de responsabilidad, mal entiende que ha sido por meritos propios, llegando a creerse Dios.

            El idiostizado, puede ser visto en diferentes habitas, jefe de sección (nunca de una empresa pues tras asumir el control la dejaría caer en picado en un corto intervalo de tiempo), director de una pequeña sucursal de banco, directivo de una multinacional o político al que le indican que votar.  

martes, 19 de febrero de 2013

Anónimos






El cansancio se reflejaba en sus rostros, para los más veteranos comenzaba su segundo invierno en el frente. Aquella guerra parecía interminable y las bajas en ambos lados eran muy elevadas. El equipo de reconocimiento llego a una pequeña aldea que estaba desabitada, comprobaron el perímetro y en unos minutos apareció el resto del pelotón. Aprovecharon una de las pocas casas que aun se mantenía en pie. Recogieron leña y encendieron la chimenea sobre ella, una foto; un hombre, una mujer y un niño de corta edad. En la casa todavía se podían ver las pocas pertenencias de una familia humilde.
A la mañana siguiente el pelotón avanzo hacia el norte, las primeras nieves habían cubierto el camino de tierra que cruzaba el bosque. Quinientos metros más adelante, el equipo de reconocimiento espera al pelotón y cuando este se une a ellos, les muestran el macabro hallazgo. En la cuneta cubiertos parcialmente por la nieve se hayan decenas de  cuerpos inertes. Ancianos, hombres, mujeres y niños. Al mover los cuerpos para darles sepultura, unos rostros les son familiares. Ya nada pueden hacer por ellos.
Cuando terminaron de enterrar a todos, la nieve volvió a hacer acto de presencia. Sobre una de las tumbas los soldados colocaron la foto que encontraron en la chimenea.
Aquella era la única tumba que no era anónima. 

lunes, 18 de febrero de 2013

El Roble




Vio crecer aquel árbol día a día, su abuelo lo planto el día en que él nació. Desde que recuerda su abuelo le decía: “Tienes que ser como este roble, grande y fuerte” pero solo veía un pequeño árbol con un tronco que podía abarcar con su mano. Todos los veranos se refugiaba en su sombra para dormir la siesta. Un día su abuelo ya no estaba y las visitas al pueblo fueron espaciándose en el tiempo. Después vinieron sus estudios y su trabajo en el extranjero. Ya siendo padre, volvió a aquella casa del pueblo, a sus recuerdos y olores que creía olvidados, a pan, a leña, a tomillo y a espliego. Cuando entró en el huerto de su abuelo, ahora abandonado, con la alberca sin agua pero con aquel gran roble en el centro que regalaba esa sombra fresca. Fue en ese momento cuando las palabras de su abuelo tomaron conciencia en él y dijo en voz alta:
            

           ─¡Abuelo! ¡Trabajo todos los días para ser como tú me decías, grande y fuerte como este roble!

domingo, 17 de febrero de 2013

El Aprendiz




            Viajó de oriente a occidente tras la sabiduría de los viejos maestros. Tan sólo llevaba un hatillo con un poco de pan y el camino a sus pies. Llegó a las puertas de un monasterio ubicado en las alturas de una cubre nevada, donde los lugareños le habían indicado que allí se encontraban los más sabios de todos los sabios. Golpeó con fuerza la puerta, cuando esta se abrió y el monje escuchó al joven aprendiz, le permitió entrar.
            Pasaron los años y abandono el lugar con una carta de recomendación del abad. Se dirigió a una de las grandes urbes y entró a los servicios de un maestro de la corte. Estuvo al sus servicios durante una década y después paso a ser unos de sus ayudantes. Un día llamaron a su puerta. Un joven se ofrecía para ser su aprendiz y en ese instante él, se había convertido en maestro.

sábado, 16 de febrero de 2013

Kiftef




           

          Tardaron tres días en llegar a la zona, en la nieve aún se podían ver las huellas que habían dejado los neumáticos del equipo de reconocimiento. Las siguieron y en lo más profundo del valle encontraron los vehículos abandonados. No encontraron ningún vestigio de los ocupantes. Comunicaron el hallazgo a la base y esa fue la última vez que se supo algo del equipo de rescate.

            El alto mando dio carpetazo al asunto y contabilizaron las bajas como accidente tras una avalancha, en el valle de Kiftef, que en lengua nativa significa valle maldito.

viernes, 15 de febrero de 2013

Ínsula 3ª parte y última


               ...Ahora solo tenían que probar si con aquel sencillo pero efectivo método, podrían traducir el suyo.
Utilizaron el mismo método y fue surgiendo ante las mirada atónitas de ambas, un texto legible aunque sin sentido. En aquel instante Elsa comprendió que su siguiente destino debía ser la isla. Urdieron un plan para apropiarse del velero del padre de Hanna y se embarcaron en el sueño que Elsa llevaba toda una vida esperando.
Salieron por la mañana de madrugada antes que el sol comenzara a salir por el horizonte, sabían que tardarían más de seis horas en llegar y una vez en la isla buscar una pista para terminar de descifrar el mapa.
La travesía fue tranquila, la mar en calma hizo que el viaje fuera como el que tantas veces, siendo niña, había imaginado. Al llegar a la isla, fondearon cerca de la única cala pedregosa que permitía un acceso y con el pequeño bote desembarcaron. La isla como le había contado Hanna, era estéril y árida. Elsa con el mapa en la mano, recorrió de un lado a otro de la isla buscando algo que le diera una pista para poder entender por fin aquel misterio que le llego del mar siendo tan sólo una niña.
─¿Elsa que es lo que buscamos?
─No se, una tumba, un túmulo, o algo parecido. La tumba del rey.
─Aquí ya te he dicho que no hay nada.
─Pero el texto habla de “donde muere el Rey”
Elsa y su amiga siguieron explorando la isla sin encontrar nada. Tenían que tomar una decisión regresar o permanecer más tiempo y pasar la noche en la isla. A Elsa esa opción le pareció sin lugar a dudas la mejor. Si unos días a tras, alguien le hubiera dicho que pasaría una noche en una autentica isla de piratas, no le habría creído. Regresaron al velero para recoger víveres y preparar el campamento. Una vez de vuelta, buscaron las maderas que el mar había arrebatado de cada naufragio y encendieron el fuego.  En el calor de la hoguera hablaron de sus sueños futuros y observaron uno de los atardeceres mas bellos que nunca habían visto y fue entonces cuando Elsa por fin pudo comprender el significado de aquel texto.
─¡El sol!
─Si, que pasa.
─Donde muere el Rey, el astro Rey. La puesta de Sol.
─Donde muere el Rey, se esconde el inicio del camino.
Hanna y Elsa cogieron las linternas y corrieron hacia la puesta de sol. Al llegar observaron que la tierra se adentraba en el mar como si de un cabo se tratase y era justo donde el Sol moría. Caminaron hasta tocar el agua y barrieron el suelo con las linternas buscando el inicio del camino. Al pisar una de las enormes piedras, está se movió y pudieron ver que por las juntas había una oquedad. Con la ayuda de un listón de madera pudieron moverla lo suficiente, para poder entrar en la cueva. Elsa pensó que el corazón se le iba a salir. Caminaron juntas por el estrecho pasadizo y al final descubrieron un cofre que al abrirlo cambiaria sus vidas para siempre.

jueves, 14 de febrero de 2013

Ínsula 2ª parte


             ...Pasaron semanas antes de atreverse a descorchar la botella, en su interior un mapa y un texto que no supo descifrar. Se deshizo de la botella por miedo a que sus padres la encontraran y escondió el mapa entre sus libros. Todas las noches observaba el mapa y leía las palabras que para ella carecían de significado.
            Años más tarde, desterrada a una universidad y carrera que no había elegido, el azar le volvió a brindar la oportunidad de seguir soñando con piratas. Aquella tarde una compañera de clase con la que no había tratado mucho, pues poco frecuentaba las aulas. Se pasó por su habitación para recoger unos apuntes y se fijó en el mapa que tenía enmarcado  sobre su escritorio.
            ─El islote de los náufragos ─dijo mirando el mapa.
            ─¿Conoces esa isla?
            ─Si, claro. Todo el mundo por aquí la conoce, pero es más bien un islote. No hay nada de especial, ni vegetación, ni agua, ni playas donde poder bañarte. Solo en temporada la frecuentan pescadores.
            ─Y... ¿Como se puede ir?
            ─¿Quieres ir? Si ya te he dicho que allí no hay nada.
            Elsa desmonto el cuadro y le enseño a su compañera el adverso del mapa. Aquellas palabras sin significado aparente para ella.
            ─Necesito descifrar esto y creo que viajando a la isla encontrare algo.
Su compañera se quedo mirando el mapa pensativa y al final dijo:
            ─Mejor vamos al museo marítimo y geográfico. Allí podemos encontrar la respuesta.
Hanna la cogió del brazo y salió corriendo del cuarto de Elsa. Al llegar al museo, pasaron por cada una de las salas sin detenerse hasta dar con lo que estaban buscando. Allí en una vitrina expuesto, había un texto similar al que tenia Elsa, pero lo más importante estaba al lado, la descodificación del mismo. Ahora solo tenían que probar si con aquel sencillo pero efectivo método, podrían traducir el suyo...

miércoles, 13 de febrero de 2013

Ínsula





            Todas las noches se quedaba dormida con “La Isla del Tesoro”. Les pidió insistentemente a los Reyes Magos un loro para que le acompañara en sus aventuras por los mares del sur. Pero año, tras años su sueño se fue apagando. Un verano, pasando sus vacaciones en la playa, vio algo flotando cerca de la orilla. Sin pensárselo dos veces se lanzó a por él. Con asombro recogió una vieja botella recubierta de molusco que llevaba adheridos y la saco hasta la arena mientras su corazón palpitaba de emoción. Miro al trasluz y descubrió que en su interior había un pergamino enrollado. Corrió para compartir su hallazgo con sus padres, pero al verla llegar con la vieja botella su madre le dijo.
            ─¡Niña, tira eso! ¡Te vayas a cortar!
─¡Hay un mensaje!
            Su padre se levanto y le quitó la botella y la lanzó de nuevo al agua.
            ─No has oído a tú madre. ¡Vamos, recoger que es hora de irnos!
            Se quedo en silencio, con la impotencia de una niña de diez años y comenzó a recoger el cubo, la pala y el rastrillo. Pero Neptuno quiso devolverle lo que era suyo y una ola empujo la botella hasta sus pies. Con disimulo miro a sus padre y cuando estos no prestaban atención, la enrolló con la toalla.
            Pasaron semanas antes de atreverse a descorchar la botella, en su interior un mapa y un texto que no supo descifrar. Se deshizo de la botella por miedo a que sus padres la encontraran y escondió el mapa entre sus libros. Todas las noches observaba el mapa y leía las palabras que para ella carecían de significado...

martes, 12 de febrero de 2013

Conexión





                Anduvo durante toda la jornada y antes del anochecer llego a un claro del bosque donde lo halló. Aquella inmensa piedra de más de cuatro toneladas, apuntaba al cielo desde hace diez mil años. A la luz de la hoguera termino de preparar el campamento, coloco una pequeña cacerola con un preparado de sopa, una vez que el agua comenzó a hervir. Después de cenar tomo café y esperó a que las estrellas le marcaran la posición, entonces se abrazó al menhir. Transcurridos unos minutos sintió una extraña sensación, como si el universo se pusiera en contacto con él. Perdió la consciencia y entro en una conexión con un ser superior. No le hablo de catástrofes y guerras sino de una era de amor y fraternidad que no tardara en llegar

lunes, 11 de febrero de 2013

Manuscrito Muerto




            Aquel pastor vio a lo lejos aquella cueva y su curiosidad pudo más que la empinada subida que le separaba de ella. Cuando sus ojos se habituaron a la oscuridad que reinaba dentro, no encontró nada a simple vista. Pero transcurridos unos minutos caminando dentro de ella, tropezó con lo que parecía unas vasijas y en su interior encontró unos pergaminos.

            Al desenrollarlos encontró unos manuscritos que llevaban muertos cerca de dos mil años. Poso su vista por las primeras palabras que había escritas y las pronunció en voz alta volviéndolos a la vida.

domingo, 10 de febrero de 2013

El viaje






Era una noche estrellada y con luna llena, lo que permitía ver el camino. A la altura de la fuente se sentaron para descansar y refrescarse un poco. Permanecieron solo el tiempo suficiente y reanudaron la marcha. Todo el pueblo, niños, hombres, mujeres y ancianos caminaban en silencio con las pocas pertenencias que podían portar. Al llegar a un claro, el viejo chamán invoco a los dioses de las estrella y un haz de luz los transporto hacia el espacio.
Años más tarde cuando los españoles exploraron aquellas tierras encontraron sus casas abandonadas y los platos puestos en la mesa. 

sábado, 9 de febrero de 2013

Metrópolis




            No cruces la mirada con ningún peatón, en el metro no saludes al pasajero de enfrente, no hables con tú vecino en el ascensor, no ayudes a cruzar la calle a ese anciano que no conoces. Así serás un habitante modelo de la gran metrópolis. Pasaras desapercibido en esa marabunta humana que solo intenta sobrevivir y ha olvidado que una sonrisa...

... puede cambiar el mundo.

viernes, 8 de febrero de 2013

Siglo




A Salvador Ávila Garzón, 1912-2013

           
No siempre cien años es un siglo, también es una vida. Una vida lúcida, llena de ingenio y de sueños construidos con trabajo y tesón. Cien años dan para mucho, siempre que se trabaja con el corazón.

jueves, 7 de febrero de 2013

La deuda




Llegaron de madrugada, con la legitimidad que dan las armas. Se llevaron al mayor de los hijos de la viuda, con solo veintidós años. A la noche siguiente lo llevaron magullado y dolorido a la tapia del campo santo y unos de los verdugos, fusil en mano preguntó al compañero:

─¿Otro poeta?

─No, este no. Este es nieto de uno que no pago una deuda.

miércoles, 6 de febrero de 2013

Genocidio




        Llegaron en silencio, pero con paso firme. Al poco tiempo habían tomado el control. No golpearon el estado de derecho, lo utilizaron. Utilizaron el desanimo del pueblo, las múltiples mentiras de sus oponentes y los desbancaron. Pero ahora han sumido al pueblo en una gran mentira. Una mentira que lleva al abismo a millones de inocentes y al la vergüenza al resto del mundo.

martes, 5 de febrero de 2013

Mein Kampf





            Habían quemado el último libro de poesía. Pero el trovador sobrevivía en el camino, con las botas gastadas, una guitarra al hombro, una armónica en el bolsillo trasero y rimas en el corazón.

lunes, 4 de febrero de 2013

Efervescencia





            Al dejar caer la pastilla en el vaso de agua comenzó a efervescer. Mil burbujas resonaron en el interior y me hizo retroceder hasta esos días de colegio donde en veinte minutos escasos, emulábamos a nuestras estrellas del deporte. Un patio de colegio donde todo era posible, con mil burbujas moviéndose al unísono.

domingo, 3 de febrero de 2013

Hastío




Aquella higuera había dejado de dar frutos. Aunque sus hojas eran verdes y frondosas, aquel verano no dio absolutamente nada. Se había cansado, año tras año, de dar los mejores higos de toda la comarca. Nunca nadie después de satisfacer su apetito, la elogió.  

sábado, 2 de febrero de 2013

Excusas





Se miró al espejo y no se reconoció, el trabajo le había cambiado. No recordaba cuando se había dejado seducir por el poder y el dinero. No recordaba cuando le había dado la espalda a sus sueños. Pensó que aun tenía tiempo para retomar aquellos pensamientos de juventud. Se afeitó y tomó un café que se bebió de pié en la cocina. Recogió su maletín, se subió a su exclusivo coche y antes de arrancar se dijo:

            ─Hoy tengo una reunión muy importante, mañana lo aré.

viernes, 1 de febrero de 2013

El campanario




Se escucharon dos disparos, era ya más de media noche y el reloj del campanario, no había dado las doce campanadas. El inspector de policía acompañado del párroco de la iglesia, subió las estrechas escaleras en espiral que accedían al reloj. Desde lo más alto la vista de la ciudad era tranquila y serena. Al llegar encontraron el reloj funcionando perfectamente, por lo que subieron el último tramo de escaleras hasta las campanas. La campana no estaba, había desaparecido sin dejar rastro y el relojero estaba acurrucado en una esquina empuñando una pistola. El inspector logro con la ayuda del párroco que soltara la pistola y tras tranquilizarlo sus únicas palabras fueron:

            ─Ellos se la han llevado.