viernes, 1 de febrero de 2013

El campanario




Se escucharon dos disparos, era ya más de media noche y el reloj del campanario, no había dado las doce campanadas. El inspector de policía acompañado del párroco de la iglesia, subió las estrechas escaleras en espiral que accedían al reloj. Desde lo más alto la vista de la ciudad era tranquila y serena. Al llegar encontraron el reloj funcionando perfectamente, por lo que subieron el último tramo de escaleras hasta las campanas. La campana no estaba, había desaparecido sin dejar rastro y el relojero estaba acurrucado en una esquina empuñando una pistola. El inspector logro con la ayuda del párroco que soltara la pistola y tras tranquilizarlo sus únicas palabras fueron:

            ─Ellos se la han llevado.

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