domingo, 17 de febrero de 2013

El Aprendiz




            Viajó de oriente a occidente tras la sabiduría de los viejos maestros. Tan sólo llevaba un hatillo con un poco de pan y el camino a sus pies. Llegó a las puertas de un monasterio ubicado en las alturas de una cubre nevada, donde los lugareños le habían indicado que allí se encontraban los más sabios de todos los sabios. Golpeó con fuerza la puerta, cuando esta se abrió y el monje escuchó al joven aprendiz, le permitió entrar.
            Pasaron los años y abandono el lugar con una carta de recomendación del abad. Se dirigió a una de las grandes urbes y entró a los servicios de un maestro de la corte. Estuvo al sus servicios durante una década y después paso a ser unos de sus ayudantes. Un día llamaron a su puerta. Un joven se ofrecía para ser su aprendiz y en ese instante él, se había convertido en maestro.

1 comentario:

  1. Me ha gustado. Es lo que nos pasa a nosotros. Tú el maestro y yo el aprendiz. :)
    Eva

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