domingo, 24 de febrero de 2013

Los fantasmas del Vaticano



Se enfrentó con el Papa de Roma, le llevo la contraria y mantuvo su actitud, no quiso abdicar en su postura.  Días más tarde fue invitado por el propio Papa a una comida privada para discutir el asunto que ya estaba en la calle y era la comidilla del todo el populacho. La comida fue distendida, el Papa se mostraba conciliador y el pensó en que el Sumo pontífice de Roma iba a dar por buenas sus alegaciones. A media comida se sintió indispuesto y antes de terminar el segundo plato se desplomó al suelo. El Papa aviso a la guardia suiza y de malas formas lo arrastraron por el suelo hasta una pequeña sala. Allí esperaban maestros de obra que una vez introducido el cuerpo y a la orden del Papa, tapiaron la entrada con grandes bloques de piedra.
            Dos noches más tarde, cuando el sucesor de Pedro descansaba en sus aposentos, una figura siniestra se acerco a su cama y despertó al sumo pontífice con sus quejas. Los gritos de terror avisaron a la Guardia Suiza. Al entrar lo encontraron solo y muy asustado. Noche tras noche las visiones continuaron y el Papa perdió la paciencia. Ordeno derribar la entrada a aquella cripta. Dentro no encontraron nada, la sala se encontraba vacía. El propio Papa entró para inspeccionar la sala y armó en cólera al no encontrar una explicación.
            Aquella misma noche, se acostó acompañado de un afilado puñal. Al aparecer de nuevo el espectro, se abalanzo hacia él y lo apuñalo repetidas veces. El gritó de terror se escucho en todo el Vaticano, la guardia Suiza entró en los santos aposentos y encontraron al Papa empapado en sudor y agazapado en un rincón como un niño asustado.
            La misma noche que aquel libre pensador había muerto, sus seguidores sobornaron al maestro de obra para recuperar el cuerpo de su maestro y fue enterrado en secreto en un bosque cercano.
            Cuentan las lenguas del Vaticano que todas las noches ven a un espectro vagando del comedor Pontificial a los aposentos, hasta el día que el Papa murió, según cuenta por no poder aguantar una noche más sin dormir.

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