martes, 5 de febrero de 2013

Mein Kampf





            Habían quemado el último libro de poesía. Pero el trovador sobrevivía en el camino, con las botas gastadas, una guitarra al hombro, una armónica en el bolsillo trasero y rimas en el corazón.

1 comentario:

  1. Siempre que tengamos una rima en el corazón, debemos seguir caminando.
    Un beso, Manuela.

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