martes, 22 de enero de 2013

La Cabra


Era la quinta generación y ahora el espectáculo moría. Ya con su padre empezó a decaer. Necesitaba dar una vuelta de tuerca si quería que la función continuara durante más tiempo. Su actuación era un clásico, solo comparable a las mejores obras de la antigua Grecia.  El actor solo contra el público, sin olvidarnos de la cabra.

            Una mañana ensayando, tuvo una idea; “Cambiar las tornas” Se subió al pedestal y empezó las acrobacias mientras que la cabra hacia sonar el piano con su cornamenta. Al principio aunque la música solo eran notas disonantes, el público se amontonaba para ver el espectáculo. Había conseguido relanzarlo, aunque necesitaba pulirlo un poco. Comenzó a dar clases de malabarismo y acrobacia, y a la cabra, la apunto a clase de piano. Poco a poco el número se convirtió en un éxito. De las plazas de pueblo, pasó a circos y a pequeños teatros. A la cabra las lecciones de piano se le daban bien y muy pronto de tocar música melódica paso a grandes temas como “La Macarena” después pasó por Granados, Chopin, Strauss, Brahms o Schubert.

            Pero el éxito no recabo en el espectáculo. Muy pronto la gente solo quería ver a la cabra y el acróbata paso de un segundo plano a desaparecer por completo y convertirse en un oscuro manager.

            Cansado de que la cabra lo hubiera eclipsado elaboro un maquiavélico plan. No podía permitir que la cabra le hiciera sombra, que le robara su número. El día del segundo aniversario de su éxito, o mejor dicho, el de la cabra, invito a todos sus amigos y conocidos más allegados. Preparo una suculenta carne a la brasa y se las sirvió a sus comensales.

            En mitad de la velada alguien preguntó por la cabra y el acróbata destronado se levantó e índico a las sobras de carne que quedaban en la mesa.

            Hubo un silencio en la velada, hasta que un comensal se levanto con una coma de vino y brindo: “Por la cabra, que hasta a la brasa era muy buena”
La gente al unísono, se levantaron para brindar por la cabra.

El acróbata se desplomo en la silla y pensó que hasta muerta lo había vuelto a eclipsar.

1 comentario:

  1. Jajajajaja, si es que es cierto que hay gente que nace con estrella, en éste caso la cabra y otros estrellaos!! Me ha encantado!!!
    Tengo que confesar que al leer el título lo primero que me ha venido a la cabeza es "La Legión", deben ser los genes.
    Eva

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