martes, 29 de enero de 2013

La loma del desaparecido




Dedicado a mi hermana Eva.

Los perros estuvieron ladrando durante toda la noche. Al principio, solo fue el ladrido de uno, pero rápidamente, se extendió a todo el valle. Unos golpes secos se mezclaban con ellos y solo cesaron al alba. Durante las siguientes noches los ladridos y los ruidos continuaron, no pudiendo localizar su procedencia. Habían transcurrido ya tres meses cuando unos muchachos de la localidad más cercana del cerro del lobo, encontraron por casualidad lo que parecía una tumba. Había sido excavada en la roca y después tapada con grandes piedras. Estás, daban la impresión de haber sido movidas no hacia mucho.
Horas más tarde, se presentó en el lugar una comitiva compuesta por el alcalde de la localidad, el sargento de la guardia civil, el párroco, el maestro y como no podía ser de otro modo, una decena de curiosos.

El primero en entrar fue el párroco, por si se tratase de lugar santo. Donde pudiera haberse enterrado a algún mártir. A continuación el sequito a excepción de los curiosos, que por prudencia, que no por ganas se quedaron mirando desde fuera. En el interior encontraron un esqueleto de gran tamaño que parecía un gigante. Había también vasijas rotas que podrían haber tenido algo de valor pero que ahora no quedaba nada. Así como una espada ya oxidada que prácticamente estaba desecha y a la que sólo se le distinguía bien la empuñadura. Al no encontrar nada relevante se decidió o mejor dicho, el cura decidió que el cuerpo fuera llevado al cementerio del pueblo y una vez allí, darle cristiana sepultura.
A la mañana siguiente el cura y los dos enterradores del cementerio llegaron a la tumba y se dispusieron a recoger el esqueleto. Al moverlo encontraron un cilindro de color plateado, esté era muy pesado y de un aspecto que no habían visto nunca. El cura al verlo pidió que se le entregase y mientras los dos enterradores cargaban el cuerpo en el carro, limpió con su pañuelo el artefacto donde descubrió unos extraños caracteres. Paso su dedo por ellos como intentando descifrar su contenido, cuando de repente una fuerte descarga seguida de una potente luz, lo hizo desaparecer de allí.

Aquella misma tarde se volvió a tapiar la entrada y se instó a todos los presente a guardar silencio. Desde aquel día, se conoce el lugar como la loma del desaparecido.

4 comentarios:

  1. Me ha encantado!!! Esta es precisamente las historias de misterio que tanto me gustan y las que me hacen pensar en que no estamos solos en el universo!!
    Muchas gracias!! Te quiero!!
    Eva

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  2. Me ha encantado, es increible como mantienes la intriga hasta el final del relato.
    Enhorabuena.

    Manmen

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  3. Genial, como siempre Juanma!!! Ha sido todo un detalle dedicárselo a Eva.
    El Misterio, ese calambre que nos remueve las tripas. Resorte de miles de historias. Antigüas, nuevas y siempre frescas al paladar de los enigmáticos.
    Manuela. Un besito.

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