viernes, 25 de enero de 2013

Naturaleza muerta





            Aquel día fue el más caluroso del verano, el medico salió y dijo en un tono solemne:
─El cuerpo está ya frío.

Yo, con tan sólo cinco años, no podía comprender aquellas palabras que retumbaron en mi cabeza durante toda la mañana.

Espere impaciente a que mi abuelo se quedara solo en el dormitorio y en un descuido me introduje sin que nadie me viera. Me quede delante de él, una eternidad, sin atreverme a tocarlo y cuando reuní las suficientes agallas para ello, la voz de un extraño me detuvo. Dos hombres con traje y corbata me echaron de la habitación y cerraron. Una hora más tarde, se volvió a abrir y fue cundo por primera vez, vi una “Naturaleza muerta” 

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