Al principió fueron bebes. Solía
esperar a la puesta de sol, esperando que la falta de luz me ayudara, pero no
me sirvió para nada. Después fueron niños de corta edad, pero comenzaban a
llorar y cuanto más mayores, menos receptivos. Lo intenté con ancianos pero si eran receptivos ya estaban en
una etapa avanzada de demencia.
Un día, cuando ya había perdido
toda esperanza la vi. Era pleno día, caminaba por la calle y se fijó en mí. Giró
la cabeza intentando disimular, pero yo sabía que me había visto. La perseguí día
y noche, pero no conseguía el resultado que yo necesitaba.
No sé cuanto tiempo pasó, pero
una mañana me habló. Por fin lo había conseguido, eso pensé, que mi pesadilla
había terminado. Pero lo que no me había dado cuenta, es lo que le había hecho.
Ella recluida en la habitación
107 y yo en este limbo sin fin.
Que interesante relato... No acabas de entenderlo hasta el final y eso es lo estupendo!
ResponderEliminarEnhorabuena!!
MFR
Me ha dado hasta escalofrío, olé una vez más.
ResponderEliminarPd: no sabía que eras tan bueno escribiendo.....
MVM